Sólo en el ejercicio de la memoria fiel se halla el camino hacia un futuro en el que el dogmatismo y la violencia no tienen cabida.
Educar en derechos humanos e incorporar la vivencia de los derechos humanos en la educación sigue siendo una tarea impostergable.
La justicia, las reparaciones y, finalmente, la paz solo se podrán alcanzar a través de la verdad.